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FREC - ULTRAVIOLET + SCHUMANN


Generador de frecuencias, por luz ultravioleta frecuenciada, de tecnología led (bajo consumo y larga durabilidad), con más de 2.000 tratamientos (el equipo FREC – Ultraviolet, puede utilizar todos los tratamientos de los equipos FREC – MORALES System.
Entrada auxiliar, para conectar (Tablet, Ordenador o Móvil), también dispone de entrada de tarjeta SD, o Pen Drive, donde podemos poner los tratamientos que deseamos y se repetirán continuamente.
El equipo también dispone para trabajar individualmente o conjuntamente con la luz ultravioleta frecuenciada, un generador de ONDAS SHUMMAN
Seguridad: La luz ultravioleta, tiene una longitud de onda de: 385 – 410 nm, no pudiendo 
dañar la piel ni la vista.
El equipo, emite la información lumínica (Frecuencias) y la Onda Schumann, entre 0 y 10
metros de distancia. 
                                                                                
Información:
¿Qué es y cómo se obtiene la energía luminosa o lumínica?
La energía luminosa, o también llamada lumínica, es la que generan y transportan las ondas de luz. En fotometría (ciencia que estudia la luz), la luminosa es la energía de luz visible, siendo la única energía que el ser humano puede ver. Hay que diferenciarla de la energía radiante, que incluye aquellas formas de luz imperceptibles, como por ejemplo los rayos X.
Antes de entrar en materia sobre esta energía en concreto, conviene saber primero a qué llamamos luz. La luz es energía que se transmite por medio de fotones en forma de onda electromagnética. Por ello, es descrita también como un flujo de fotones que viajan en el vacío a la velocidad de 299792.458 m/s, precisamente la llamada ‘velocidad de la luz’. Por lo que la radiación, las ondas electromagnéticas y los fotones forman lo que común-mente llamamos luz.
El lumen es la unidad de estudio de la energía luminosa que determina la energía lumíni-ca durante un periodo, así como la sensibilidad variable del ojo con respecto a las ondas de luz. De ese modo, la energía lumínica es un tipo de potencia trasladada por la luz que interacciona en cualquier materia de diferentes formas.
El sol, fuente de referencia
Este recurso es renovable y el sol es la principal fuente de luz que existe y transmite una cantidad significativa de energía luminosa capaz de mantener el desarrollo de la vida en la Tierra. Sin embargo, existen otras fuentes de energía lumínica, como el fuego o una bombilla. Es fácilmente comprobable, solo con acercar la mano a una bombilla se siente el calor que la misma desprende. Ese calor es parte de la energía de la luz y usada de forma pertinente, hasta puede quemar o derretir diversos objetos.
Además, puede ser usada para obtener energía eléctrica, mediante unas placas solares, por ejemplo, y su aplicación más importante es en el proceso de fotosíntesis realizado por las plantas.
El prisma de Newton
En gran parte se puede decir que nuestra concepción actual de la luz y del color, nace con Isaac Newton y a su valioso aporte en el tema. Él fue pionero en entender y desvelar lo que era el arco iris. Para ello, refractó la luz blanca con un prisma y la descompuso en colores básicos: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. Un descubrimiento realiza-do en el año 1660, momento en el que existía la creencia de que el color era una mezcla de luz y oscuridad y que los prismas teñían la luz. Newton demostró que la luz blanca no era tan simple, sino más bien una mezcla de rayos muy distintos que correspondían a los diferentes colores.

Luz Ultravioleta.
¿Cuáles son los beneficios de la luz ultravioleta?
Los efectos beneficiosos de la radiación UV incluyen la producción de vitamina D, que es esencial para la salud humana. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo de los alimentos y contribuye a la formación de los huesos. La mejora del estado de ánimo y el aumento de la energía.


Vitamina D:
Esta vitamina contribuye a la regulación del metabolismo del calcio, la secreción de in-sulina, la presión arterial, la inmunidad y la propagación celular. Los niveles más eleva-dos de vitamina D se han correlacionado con tasas más bajas de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y diabetes, junto con una tendencia a la reducción de la presión ar-terial.
Condiciones de la piel:
Hay ciertas afecciones de la piel que pueden tratarse con la radiación UV. Con la fotote-rapia moderna, ahora es posible tratar con éxito el eczema, la dermatitis, el raquitismo, la esclerodermia atópica y localizada, la ictericia, la psoriasis y el vitíligo.
Serotonina:
La creación de serotonina es promovida por la vitamina D y su producción es directamente proporcional a la exposición del cuerpo a la radiación UV. Los cambios en el nivel de se-rotonina afectan al estado de ánimo y al comportamiento. Su efecto exacto en el cuerpo humano no se conoce del todo, pero se cree que la serotonina proporciona sensaciones de bienestar, serenidad y felicidad.
Melanina:
La exposición moderada a los rayos UV aumenta la cantidad de melanina, el pigmento marrón, en la piel (también conocido como bronceado). La melanina absorbe las radia-ciones UVA y UVB y las disipa en forma de calor. Esto protege la piel de los daños directos e indirectos del ADN.
Aplicaciones:
Existen varias aplicaciones que aprovechan las propiedades de la radiación UV y propor-cionan muchos beneficios para la salud y el bienestar de las personas. La capacidad de las ondas UV para eliminar los microbios y los contaminantes es el principal uso actual.
Purificación del aire:
Los contaminantes ambientales de interiores son en su mayoría compuestos orgánicos a base de carbono que se descomponen con la exposición a UVC de alta intensidad en el rango de 240 nm a 280 nm. También puede destruir el ADN de los microorganismos.
 
Luz led Ultravioleta Frecuenciada:
Es la información frecuencial (campo electromagnético), de una frecuencia en Hz., que podemos genera y renviar por mediación de la luz ultravioleta (Información lumínica).
Por lo tanto, en nuestro equipo, a parte de los beneficios de la luz UV, podemos aplicar todos los tratamientos de los equipos FREC – MORALES System.


ONDA SCHUMMAN

Terapia de frecuencia según Schumann
¿Existe una frecuencia que se extienda por toda la tierra y que pueda influir positivamente en el organismo humano? Mientras tanto, esto incluso se ha demostrado científicamente. La frecuencia se llama resonancia Schumann. En el siguiente artículo explicamos en qué consiste la Resonancia Schumann, cómo surgió y cómo la Resonancia Schumann puede tener un efecto positivo en la salud humana. También examinamos los hallazgos científicos que ya existen sobre la Resonancia Schumann y cómo se puede utilizar la Resonancia Schumann con fines médicos.

¿Qué es la frecuencia Schumann?
La frecuencia Schumann se remonta a su inventor del mismo nombre, el físico Winfried Otto Schumann. Su invento, la frecuencia Schumann, se utiliza para describir ciertas frecuencias que producen ondas a lo largo de la circunferencia de la tierra, las llamadas ondas de corriente estacionaria. La frecuencia Schumann describe, pues, el patrón de oscilación de la Tierra, que es de 7,83 hercios. El patrón de oscilación de la tierra se mantiene con la energía de los rayos.

Aproximadamente 50 rayos por segundo golpean la ionosfera desde el espacio, que se encuentra entre 50 y 100 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra y se extiende varios cientos de kilómetros en el espacio. Cada rayo genera ondas electromagnéticas que orbitan alrededor de la tierra dentro de su cavidad entre la superficie terrestre y la ionosfera. Una resonancia Schumann, o la oscilación natural de la Tierra, se genera siempre que algunas de estas ondas tienen la misma longitud de onda o son más largas que la circunferencia de la Tierra. Las frecuencias Schumann son ondas de muy baja frecuencia. Son hasta cien mil veces más bajas que las ondas de radio, por ejemplo. Los científicos sospechan que la frecuencia Schumann está causada por la actividad eléctrica de la atmósfera.

¿Qué efecto tiene la frecuencia Schumann en el organismo humano?
Aunque la frecuencia Schumann es una onda de baja frecuencia, tiene una inmensa influencia en los seres humanos. Numerosos estudios han demostrado que la frecuencia Schumann es recibida por la glándula pineal y controla todos nuestros procesos corporales. Los crono-astro-biólogos, por ejemplo, descubrieron que la frecuencia Schumann tiene una gran influencia en la regulación hormonal humana. Pero no sólo eso. La frecuencia Schumann es también el reloj de nuestro cerebro, ya que activa el sistema límbico. Se trata de una zona del cerebro responsable de las emociones. Los experimentos han demostrado que las personas expuestas artificialmente a la resonancia Schumann podían conseguir cambios positivos en su estado mental. Inmediatamente se sintieron mucho mejor, se sintieron más motivados y pudieron dormir mejor. Los investigadores también descubrieron que la frecuencia Schumann puede utilizarse para tratar enfermedades. Las células enfermas comenzaron a establecer una conexión con las sanas a través de la frecuencia Schumann. Como resultado, los síntomas de la enfermedad podrían aliviarse.

Experimentos en torno a la frecuencia Schumann
Que la ausencia de ondas Schumann provoca problemas de salud mental y física en los seres humanos ha sido demostrado, entre otros, por los estudios realizados por E. Jacobi en la Universidad de Düsseldorf. El catedrático de Fisiología del Comportamiento, R. Wever, del Instituto Max Planck, también pudo demostrar algo similar. En un estudio, Wever comenzó a construir un búnker subterráneo en Erling-Andechs, que blindaba completamente los campos magnéticos. Los estudiantes que participaron en este experimento vivieron en el búnker durante cuatro semanas. Wever descubrió que, durante estas cuatro semanas, los ritmos circadianos de los estudiantes cambiaron. El ritmo circadiano es la capacidad del organismo de sincronizar los procesos fisiológicos durante unas 24 horas. Wever también observó que muchos alumnos se quejaban de dificultades emocionales y/o de migrañas. Estos problemas desaparecieron cuando los estudiantes salieron del búnker. Basándose en estos resultados, Wever llegó a la conclusión de que existía una conexión directa entre el organismo humano y el pulso de la tierra, la llamada resonancia Schumann.

Probablemente, todos los astronautas que experimentan dolores de cabeza, cambios en la respiración y el pulso, así como una alteración del estado general de salud, deben llegar a conclusiones similares al abandonar la superficie de la Tierra. Que todos estos cambios físicos de los astronautas pueden atribuirse a la frecuencia Schumann quedó demostrado cuando el profesor Persinger la recreó artificialmente y las molestias de los astronautas desaparecieron. Pero afortunadamente, en circunstancias normales, no es nada fácil que la frecuencia Schumann desaparezca sin más. Esto se debe a que se puede calcular a partir de la circunferencia de la Tierra en relación con la velocidad de la luz y, por tanto, es constante. Sólo una reducción repentina de la circunferencia de la Tierra o un cambio en la velocidad de la luz podrían modificar también la frecuencia Schumann. Sin embargo, como hay leyes físicas detrás de esto, es prácticamente imposible. Sin embargo, las teorías que afirman que la resonancia Schumann cambia con el tiempo se deben a la creación artificial de nuevos campos electromagnéticos por parte del ser humano

¿Cómo se descubrió la frecuencia Schumann?
en 1893, el físico irlandés George Francis FitzGerald desarrolló la hipótesis de que la atmósfera podía utilizarse como conductora de electricidad. Como miembro del grupo de los llamados "maxwelianos", Fitzgerald defendió la teoría del campo electromagnético. Se decía que interactuaba con las cargas eléctricas del espacio y que podía manifestarse incluso en ausencia de cargas eléctricas. FitzGerald pudo medir una oscilación electromagnética de unos 0,1 segundos para las capas de la atmósfera conocidas en aquella época. Este era el modo más bajo de la resonancia Schumann. Sólo más tarde, con la suposición de que también existía una ionosfera (1902) y con la prueba experimental de ésta en 1925, se pudieron demostrar también las resonancias Schumann superiores.

Esta primera suposición de Fitzgerald de que la atmósfera actúa como conductora de la electricidad fue elaborada posteriormente por Schumann. Schumann supuso que una esfera genera una tensión eléctrica en otra esfera y que, por tanto, debe existir una relación de tensión entre estas dos esferas. Todo esto se puede observar en la tierra cargada negativamente, que existe dentro de la ionosfera cargada positivamente y que da a la tierra su pulso decisivo. En el curso de sus investigaciones, Schumann distinguió frecuencias entre 6 y 50 ciclos. Del total de ocho frecuencias Schumann, sólo cuatro se encontraban en el rango de frecuencias extremadamente bajas (ELF), es decir, en el rango entre 3 y 30 Hertz, que por consiguiente pueden afectar directamente a los siguientes rangos de frecuencia del cerebro:

Ondas alfa: Las frecuencias entre 7 y 14 Hz son producidas por el cerebro en un estado de vigilia relajado, es decir, justo antes de dormirse, después de despertarse y/o durante la meditación.
Ondas beta: Las frecuencias entre 14 y 30 Hz son generadas por el cerebro en estado de alerta y vigilia. Las personas que están expuestas a la gama de ondas beta durante mucho tiempo se sienten muy estresadas y su creatividad se ve limitada.
Ondas Theta: Las frecuencias entre 3 y 7 Hz son generadas por el cerebro en estado de sueño, de relajación, de creatividad y/o de intuición.
Ondas delta: Las frecuencias entre 0,5 y 3 Hz son producidas por el cerebro en el sueño profundo.

Mediante aparatos de electroencefalograma se pudo comprobar que las ondas alfa y theta producidas por el cerebro humano se sincronizan con la frecuencia Schumann. Ambas frecuencias cerebrales se basan en una resonancia relajada, soñadora o somnolienta, en la que también tienen lugar los procesos de generación y curación celular. Todo lo que existe tiene una determinada gama de frecuencias. Dos frecuencias que están sintonizadas entre sí, como es el caso de las ondas alfa y theta y la frecuencia Schumann, se influyen mutuamente. Si las frecuencias Schumann no se mueven de forma sincronizada entre sí, se producen perturbaciones, es decir, desarmonía. Como el cerebro humano está en resonancia con las frecuencias Schumann, estas perturbaciones tienen un efecto directo sobre nuestro pensamiento y nuestro ser. Desequilibran el sistema nervioso central, el sistema nervioso simpático, que abastece especialmente a las vísceras, y el sistema nervioso parasimpático, responsable de la estructura y los tejidos y de las funciones corporales necesarias. Este desequilibrio afecta al cuerpo, la mente y el espíritu. La gente puede reaccionar a esto con trastornos del sueño y/o cambios de humor. También pueden producirse molestias físicas como dolores de cabeza, dificultades de concentración y/o estados de ánimo depresivos.

Aplicación útil de la frecuencia Schumann para las enfermedades y el bienestar general.
En el pasado, cuando los médicos hablaban de la sensibilidad al clima o de la melancolía inducida por los chubascos y la depresión causada por los días grises, solían ser tachados de charlatanes. Mientras tanto, numerosos experimentos científicos han demostrado que el organismo humano funciona como un mecanismo muy complejo y que también depende de factores externos. Así, no sólo existe una conexión entre el cuerpo y la mente, sino también una influencia del entorno. Muchos estudios han demostrado que las personas que se sincronizan con la frecuencia Schumann de 7,83 Hz tienen mejores factores físicos y psicológicos que las personas en desarmonía:

-un mejor rendimiento del aprendizaje y de la memoria,
-más equilibrio y una tendencia a tener menos síntomas de jet-lag,
-mejora la tolerancia al estrés.

Se puede citar al neuropsicólogo y psicoterapeuta Herbert König como prueba de la conexión entre los ritmos cerebrales y las resonancias Schumann. Fue el sucesor de Schumann en la Universidad de Múnich y comparó los campos electromagnéticos que se producen de forma natural en el entorno con las grabaciones de EEG humanas. Descubrió que las ondas alfa controladas por el cerebro están en el mismo rango de frecuencia que las resonancias Schumann. König y sus colegas investigaron este fenómeno y demostraron que la actividad electromagnética que se produce en la cavidad de resonancia de la tierra podía sincronizarse con los ritmos cerebrales. Este conocimiento puede aplicarse con fines médicos. Schumann inventó su llamado dispositivo Schumann especialmente para este fin, con el que se podía reproducir la frecuencia Schumann como autoterapia en casa o en instituciones médicas.

Sincronización con la resonancia Schumann
Con nuestro equipo, podrá emitir continuamente la onda Schumman, para volver a ponerse en la vibración correcta. Muchos investigadores están de acuerdo en la emisión de la onda Schumman y con nuestro dispositivo puede utilizarse para generar una señal de 7,83 Hz y reducir así los efectos perturbadores de los campos electromagnéticos. 
 
¿Por qué la Resonancia Schumann puede provocar la curación?
 El efecto curativo de la frecuencia Schumann está estrechamente relacionado con la glándula pineal humana. En el antiguo Egipto, la glándula pineal también se conocía como el tercer ojo. En el sentido médico, forma parte del diencéfalo y es responsable de la producción de melatonina. Por tanto, la glándula pineal es enormemente importante para nuestra regulación hormonal y regula el ritmo humano de sueño-vigilia. En este sentido, la glándula pineal funciona como una especie de reloj generador del cerebro.

Escuchar una determinada frecuencia durante un periodo de tiempo prolongado hace que la glándula pineal se sincronice con esta frecuencia. Esto ocurre aproximadamente cada treinta segundos durante unos 300 milisegundos cada uno. Los investigadores han descubierto que la frecuencia con la que se sincroniza nuestra glándula pineal tiene una importancia crucial. La sincronización con la frecuencia Schumann, como ha demostrado el artículo, puede tener un efecto curativo y repercutir positivamente en el bienestar general.

Además del efecto positivo sobre la glándula pineal, los estudios también han demostrado que la frecuencia Schumann también tiene un efecto positivo sobre el sistema límbico. La vibración de 7,83 hercios pone al cerebro en un estado calmante y al mismo tiempo energizante. El resultado global es una armonización holística del cuerpo en la que todos los órganos y todas las funciones del organismo encuentran su centro. De este modo se pueden aliviar o curar diversos síntomas de enfermedad.

* Los equipos FREC - MORALES System, no sustituyen al Médico, ni a ningún tratamiento Médico.

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